Felicidad vs. Placer
"El placer siempre procede de algo exterior a ti, mientras que la alegría surge de tu interior".
Eckhart Tolle
Dos sentimientos impulsan muchas de nuestras acciones cotidianas: la felicidad y el placer. Estas palabras pueden parecer sinónimas, pero entender sus diferencias puede suponer un cambio profundo en tu vida.
El placer es ese delicioso sabor de su plato favorito, la emoción de una nueva compra o el entusiasmo de una escapada de fin de semana.
Es delicioso, pero a menudo fugaz.
Por otro lado, la felicidad es esa profunda satisfacción que se siente cuando se vive en consonancia con uno mismo, se entablan relaciones significativas o se alcanza un objetivo largamente perseguido.
Es duradero y resuena en el interior.
No me malinterpretes: el placer no es malo. Es una parte vital de la vida que añade color y entusiasmo. Pero reconocer la naturaleza más profunda y satisfactoria de la verdadera felicidad abre las puertas a una existencia más rica.
¿Estás preparado para explorar esta profunda distinción y descubrir cómo puede moldear positivamente tu trayectoria personal?
Definir la felicidad
En primer lugar, seamos claros: la felicidad no consiste en sonreír perpetuamente o reír constantemente.
Se trata de una conexión profunda con lo que uno es, una sensación de satisfacción y la realización de un propósito. Es esa hermosa sensación cuando tu corazón se siente lleno. No sólo porque haya ocurrido algo fantástico, sino porque estás alineado con tu verdadero yo.
Piensa en una ocasión en la que alcanzaste un objetivo importante o conectaste con un ser querido a un nivel profundo. ¿Recuerdas cómo te sentiste? Eso es la felicidad en acción. No es una sensación pasajera, sino un estado duradero que resuena con tus valores fundamentales.
Ahora bien, ¿por qué es tan importante para ti comprender la felicidad?
Porque está relacionada con el bienestar general y el éxito en todos los ámbitos de la vida. Es algo más que sentirse bien; es un punto de referencia que te lleva hacia una existencia plena y enriquecedora. Empieza por identificar lo que realmente te hace feliz.
¿Pasar tiempo con la familia, dedicarse a un hobby apasionante, hacer voluntariado o tal vez alguna otra cosa? Reconozca esos componentes básicos y conviértalos en una parte habitual de tu vida.
La felicidad no es un destino, sino un viaje que dura toda la vida. Se trata de encontrar la alegría en el proceso, aceptar los altibajos y darse cuenta de que uno tiene el poder de crear su propia plenitud.
La felicidad
resuena con
tus valores
fundamentales
Definir el placer
Imagínate esto: morder un decadente pastel de chocolate, sentir el viento en el pelo en un rápido viaje en coche o disfrutar de las risas y la compañía de los amigos en una noche de fiesta. Son momentos de placer, excitantes y satisfactorios, que nos hacen brillar los ojos y nos emocionan el corazón.
Pero el placer suele ser temporal.
Está ligada a circunstancias, objetos o experiencias externas. Aunque en el momento se siente muy bien, la sensación tiende a desvanecerse una vez terminada la experiencia. Es como un brillante fuego artificial que ilumina el cielo y luego desaparece en la noche.
Por supuesto, el placer es maravilloso y forma parte esencial de la vida. Sin embargo, reconocer su naturaleza fugaz puede ayudarte a comprender su papel en tu bienestar general.
Considera cómo aparece el placer en tu vida.
¿Existen placeres que estén en consonancia con sus valores más profundos y sus objetivos de felicidad? Tal vez leer un buen libro, preparar una comida con tus seres queridos o incluso tomarte un momento para respirar y disfrutar de la naturaleza.
A la inversa, ¿hay placeres que puedan estar restando felicidad a largo plazo? Tal vez el gasto excesivo, los excesos en la comida u otras actividades que te hacen sentir bien en el momento pero que no contribuyen a tu satisfacción general.
Tu reto, si decides aceptarlo, es reconocer el papel del placer en tu vida y encontrar formas de alinearlo con tu camino hacia una mayor felicidad.
El placer no es el enemigo. Es una parte hermosa de la experiencia humana. Acógelo, disfrútalo, pero comprende también el lugar que ocupa en tu vida.
Una vez terminada la experiencia, el placer tiende a desvanecerse
Comparar felicidad y placer
Imagina la felicidad como una hermosa sinfonía, en la que cada instrumento (familia, propósito, amor propio, relaciones) toca una melodía armoniosa que resuena profundamente en tu interior.
El placer, en cambio, es como un delicioso solo que añade sabor y emoción a la composición, pero no define toda la pieza.
Aquí es donde se pone interesante...
La felicidad y el placer no se excluyen mutuamente. Bailan juntos en un delicado equilibrio que puede aportar vitalidad a tu vida.
Por ejemplo, el placer de disfrutar de una comida con la familia también puede aportar felicidad al reforzar los vínculos. Por el contrario, perseguir sólo placeres momentáneos sin tener en cuenta la felicidad a largo plazo puede conducir al vacío o la insatisfacción.
La clave, y tu búsqueda personal, es encontrar esa mezcla armoniosa.
Acepta los placeres que estén en consonancia con sus objetivos de felicidad. Reconozca cuándo el placer se convierte en una distracción en lugar de una mejora. Alimentar continuamente las raíces profundas de la felicidad que proporcionan una satisfacción duradera.
Y recuerda, este es tu viaje único.
Tu equilibrio puede ser distinto del de los demás, y eso está muy bien. Confía en ti mismo y sabe que tienes la sabiduría necesaria para navegar entre la felicidad y el placer.
Felicidad y Placer
bailan en un delicado equilibrio
que puede
revitalizar tu vida
El papel de la felicidad y el placer en MyDry30
En nuestro viaje juntos a través de MyDry30, comprender la felicidad y el placer se convierte en una brújula vital.
¿Por qué? Porque se trata de crear una vida plena y alegre más allá de los meros placeres momentáneos.
En tu exploración de 30 días, experimentarás meditaciones, lecturas y ejercicios diseñados para alinear tus placeres con tu felicidad más arraigada. Piensa en los placeres como hitos agradables y en la felicidad como el hermoso camino que estás recorriendo.
Tu experimento sin alcohol no consiste en quitarte algo; consiste en añadir riqueza, conexión y satisfacción. Se trata de encontrar placeres que mejoren tu vida y cultivar una felicidad duradera.
Tu Rutina Matutina
20 min de Ejercicio/20 min de Hipnosis y Diario/20 min de Lectura o Aprendizaje
Eche un vistazo a nuestra sugerencia diaria:
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5 principios para una vida llena de éxito y propósito
Diario
Algunos placeres aumentan tu felicidad, mientras que otros la disminuyen. Asegúrate de elegir bien. Las preguntas de hoy te marcarán el camino.
AFIRMACIÓN
Procuro elegir los placeres que aumentan mi felicidad.
Preguntas para el diario:
Identifica algunos de tus placeres que en realidad disminuyen tu felicidad. Ese trozo de tarta de queso cuando lo que realmente quieres es perder peso, quedarte acostado en lugar de levantarte temprano para adelantar el día, ir a tomar «una copa» que se convierte en una borrachera de la que te arrepientes, etc.
¿Qué placeres están en consonancia con tu felicidad más profunda? Cosas que te aportan alegría y contribuyen a tu bienestar general. Un paseo por la playa, ir a un balneario, hacer nuevos amigos, etc.
¿Qué papel desempeña el placer en tus hábitos de consumo y cómo afecta a tu felicidad?
No te precipites con estas preguntas. Tómate tu tiempo, deja que fluyan tus pensamientos y sé sincero contigo mismo. Los nuevos conocimientos son los cimientos de una vida mejor.
Preguntas para el diario:
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