Alcohol y perder peso
Al unirte a MyDry30, estarás comprometiéndote a cambiar tu relación con el alcohol, y ese es un gran paso. Vas a embarcarte en un viaje para convertirte en una mejor versión de ti mismo: vivir una vida más feliz, saludable y equilibrada. Pero no será fácil. Habrá altibajos, victorias y momentos difíciles.
El programa de consumo consciente de MyDry30 no solo te ayudará a controlar tu consumo de alcohol, sino que también te apoyará con tus objetivos de salud y peso. Aprenderás cómo el alcohol afecta tu metabolismo, apetito y peso.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo y los desafíos, hay un beneficio que va de la mano con dejar el alcohol: la pérdida de peso.
Y aquí viene lo interesante: dejar el alcohol puede ayudarte a perder peso, y perder peso puede ayudarte a dejar el alcohol. Es como un círculo que se refuerza mutuamente y de manera positiva.
¿Y quién no quiere perder esos kilos que tenemos de más?
La ciencia detrás del alcohol y el aumento de peso
Antes que nada, miremos cómo impacta el alcohol en tu cuerpo y cómo te hace ganar peso.
Afecta tus hormonas
El consumo de alcohol puede alterar el funcionamiento de las glándulas que segregan hormonas, afectando tu metabolismo y favoreciendo el aumento de peso.
En personas sanas, las glándulas liberan la cantidad exacta de hormonas en el momento adecuado, lo que envía señales a tus tejidos para regular el estrés y la energía.
Por ejemplo, las glándulas suprarrenales, que se encuentran encima de los riñones, secretan cortisol, la hormona del estrés. El cortisol aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco en situaciones estresantes.
Beber alcohol puede desajustar estas glándulas, causando niveles elevados de cortisol. Investigaciones muestran que esto puede llevar a acumular grasa en el abdomen, además de aumentar los antojos por alimentos altos en calorías. A continuación, te lo explicamos más detalladamente.
Elecciones de comida poco saludables
Con unas copas de más, es fácil tomar decisiones poco saludables al comer. Esto ocurre de dos maneras:
Primero, el alcohol puede bajar tu nivel de azúcar en la sangre, aumentando tu hambre. Si esto ocurre, es más probable que busques alimentos ricos en carbohidratos.
Y, como el alcohol reduce tus inhibiciones y afecta tu juicio, es común elegir comida “de satisfacción rápida” como comida chatarra o alimentos altos en grasa, sal y carbohidratos.
¿Hace cuánto que terminaste una noche con una ensalada?
Grasa abdominal
El alcohol interfiere en la manera en la que tu cuerpo quema grasa. Mientras lo consumes, tu hígado se enfoca en procesarlo en lugar de descomponer grasa, lo que favorece la acumulación de esta en la zona abdominal.
La grasa abdominal está relacionada con problemas como enfermedades cardíacas, presión alta, colesterol elevado y diabetes tipo 2.
En general, los hombres tienden a almacenar más grasa en el abdomen que las mujeres, por lo que es más probable que si ellos toman frecuentemente, tengan grasa abdominal (lo sentimos, chicos).
Calorías vacías
Las calorías que tiene el alcohol son “vacías”, lo que significa que no aportan nutrientes beneficiosos. Las bebidas alcohólicas tienen aproximadamente siete calorías por gramo, más que los carbohidratos y proteínas, que tienen cuatro por gramo.
Los cócteles y bebidas mezcladas suelen tener aún más calorías debido a los jugos, jarabes o licores que se les agregan. Por ejemplo, una piña colada puede llegar a tener 500 calorías por cada 200 ml.
Tu cuerpo necesita carbohidratos y proteínas ricos en nutrientes para mantenerse sano. Las calorías vacías no ayudan a construir músculo, reparar tejidos ni fortalecer huesos, al contrario que las comidas ricas en nutrientes.
De hecho, las personas que consumen comidas y bebidas altas en calorías vacías de manera excesiva tienen mayor riesgo de tener sobrepeso.
Sueño de mala calidad
Aunque el alcohol puede relajarte y darte sueño al principio, el exceso está relacionado con una mala calidad y duración del sueño.
Con el tiempo, la falta de sueño puede provocar aumento de peso. Algunas investigaciones han demostrado que es más probable comer de más o caer en antojos difíciles de resistir cuando no se duerme bien.
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Mitos sobre tomar alcohol y perder peso
Existen muchos mitos sobre el alcohol, el metabolismo y la pérdida de peso. MyDry30 te ayudará a desmentirlos y a tomar decisiones informadas. Estos son algunos ejemplos:
“Tienes que dejarlo por completo”
Reducir el consumo de alcohol tiene beneficios, pero consumirlo de manera moderada no necesariamente causa aumento de peso. Es tu elección.
“El agua es la clave mágica”
Beber agua es esencial para mantenerte hidratado, pero no hay pruebas sólidas de que promueva la pérdida de peso directamente.
“El alcohol es la única causa del aumento de peso”
El alcohol puede contribuir a que ganes peso, pero otros factores como las calorías adicionales de los mezcladores también juegan un rol importante.
“El alcohol detiene por completo la quema de grasa”
El alcohol puede bloquear las vías metabólicas hasta por 36 horas, lo que impide la quema de grasa.
Mantente en el camino
No estás solo en esto. MyDry30 es tu recurso para gestionar tanto la moderación como el abandono del alcohol, con un enfoque en tu salud integral, incluyendo la pérdida de peso. Durante 30 días sin alcohol, te guiaremos hacia un camino más saludable para que, después de este mes, puedas tomar la decisión de dejar de tomar alcohol o moderar su consumo.
Y no solo aprenderás a tomar decisiones conscientes relacionadas con el alcohol, sino también con tu dieta y ejercicio. Por ejemplo, contamos con un Plan Detox de 21 Días para mejorar tus hábitos alimenticios.
Mantente en el camino
Qué pasa cuando dejas el alcohol
Ya hemos hablado previamente sobre el círculo positivo que hay entre dejar (o reducir) el alcohol y bajar de peso: dejar de beber puede ayudarte a perder peso, y bajar de peso puede facilitar que dejes (o reduzcas) el alcohol.
Que el alcohol afecta a tu cuerpo y mente de forma negativa no es información nueva. Tu cuerpo es como una máquina increíblemente compleja y que se autorregula, llena de sistemas conectados entre sí. Y el alcohol lo que hace es desequilibrar todo este sistema.
Cuando dejas de beber, no solo reduces considerablemente las calorías vacías, sino que las funciones de tu cuerpo vuelven a un estado más eficiente y equilibrado. Y eso facilita la pérdida de peso.
Todos estos cambios positivos ayudan a disminuir el deseo de beber, refuerzan su objetivo de llevar una vida más sana y positiva y, en última instancia, respaldan su objetivo de mantener el rumbo.
Qué pasa cuando dejas el alcohol
La parte interesante
Cuando bajas de peso, empiezan a ocurrir cosas positivas tanto en tu cuerpo como en tu mente:
Tu cuerpo se siente mejor, más ligero y ágil. Tienes más energía y más resistencia.
Tu actitud se vuelve más positiva, con menos estrés, ansiedad o sentimientos de depresión.
Cuando experimentas estos cambios positivos tanto en tu cuerpo como en tu mente, también mejora tu autoestima. Y cuando tu autoestima mejora, tiendes a hacer cosas positivas para mantener ese bienestar.
Todos estos cambios contribuyen a disminuir el deseo de beber, refuerzan tu objetivo de llevar una vida más saludable y positiva, y, al final, te ayudan a mantenerte en el camino hacia tus metas.
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